LA BOLA MUNDO

a  nieve lo cubría todo. El paisaje que contemplábamos desde los coches a medida que ascendíamos al puerto era el de una preciosa postal.
Aparcamos justo al final del primer aparcamiento, de los últimos.
El Puerto de Navacerrada estaba a tope de gente. El griterío, el frío, la nieve y la niebla de fondo nos indicaban la locura en la que nos íbamos a meter.
Desayunamos tranquilamente, un chocolate con churros, cafés...

Parecía que la niebla no desaparecería así que había que tomar una decisión. Salir y hasta donde llegáramos o no salir. Arriesgar fue nuestra decisión.


Solo dos llevábamos raquetas, el resto no. Avanzamos rápido por la pista y luego por la senda que estaba cubierta de nieve. El guía tiro el primero, paro. Foto de grupo y...

Iniciamos la marcha pero a los 200 metros Mija se sintió indispuesto y tubo que retroceder al amparo del bar, acompañado de Enrique. El grupo tiro hacia arriba ya serían alcanzados.
    


El paisaje era una preciosidad, pero el día no parecía mejorar al contrario. La niebla estaba tomando más vida y el viento estaba violentándose. Pero nosotros avanzamos hacia la Bola sin miedo.
    


      
Ascendimos y ascendimos pero la mañana que algunos habían previsto que mejoraría, se estaba poniendo más fea aun. Decisión salomónica e inteligente, debíamos regresar. A más de uno la fuertes rachas de viento le habían jugado una mala pasada.
    
El descenso fue ordenado y rápido. El grupo unido había tomado la decisión más inteligente. Subir a un sitio para pasar frío, tener la ropa más helada y lo principal, no ver nada...
Sí, nuestras ropas estaban al igual que otras partes de nuestro cuerpo cubiertas de hielo. Notábamos el peso de este al bajar. Las fotos lo dicen todo.
   
Faltaban poco menos de 800 metros cuando Mija nuevamente se sintió indispuesto. Como dijo el que escribe estas lineas, Mija. Las cosas vienen sin avisar y solo hay dos opciones. Adaptarse o morir. "Que pasa marque el territorio". Ja, ja ,ja.
A los pocos metros la batalla de bolas de nieve se descontrolo y hasta el camara casi es agredido por una suculenta bola de nieve.





Llegamos al Puerto de Navacerrada Nos quitamos las legañas y...
         
Todos a Navacerrada City, teníamos hambre.
El pueblo estaba también cubierto por una espesa capa de nieve. Un precioso paraje invernal.

Una copiosa comida, en nuestro local favorito de Navacerrada.

Ya podíamos decir eso de:
¡¡¡ RUTA SUPERADA !!!

LA FOTO QUE RESUME ESTA RUTA:
¡¡¡¡FRÍO, MUCHO FRÍO!!!!