TEJERA NEGRA

La ruta de esta semana ha sido muy diferente a la de otras. Los chico de Abantos han decidido ir a la Tejera Negra, pero para realizarla decidieron hacer un fin de semana especial. Crearon un campamento base donde todos irían el viernes tarde y desde el se iría al punto de arranque de la ruta y luego visita aquí y allí.
 El lugar elegido fue un pequeño pero muy chulo lugar en el precioso pueblo de Galve de Sorbe.
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La llegada fue lenta y escalonada. El cielo se había oscurecido muchísimo y el agua caía sin descanso. La noche hizo su presencia y la niebla callo. Las curvas no ayudaban mucho.
Resultado de imagen de curvas con niebla
 
Al final todos llegamos.

Charlamos, comimos, bebimos, reímos, cantamos.... Fue una noche muy especial.


El despertador sonó a eso de las ocho. A no, no un par de simpáticos y alegres ruteros iban llamando por las puertas mientras sonaba el.
¡¡¡Mia culpa!!!
Todos a desayunar y a esperar a dos ruteras que venían desde la Capital. Que  al final llegaron perfectamente.
Nos pusimos en marcha pero una foto de los ruteros antes de la partida no podía faltar.
Llegamos al centro de interpretación nos dieron un plano, nos cobraron y nos dijeron que tuviéramos suerte. La lluvia no cesaba y como ya sabíamos no dejaría de caer en horas. A nosotros eso nos daba igual.
Llegamos al aparcamiento y nos colocamos el equipo de lluvia. Chubasquero, ponchos, paraguas, trajes de agua...


Iniciamos la marcha con el claro conocimiento de que la lluvia nos acompañaría durante nuestro camino.


A pesar de la lluvia no pudimos dejar de contemplar el precioso paisaje que a nuestro alrededor nos ofrecía aquel maravillosos lugar.







 Con tanto colorido natural y el propio nuestro no pude resistirme en hacer la foto de los dos equipos que claramente se diferenciaban. El rojo y el negro.


Nos adentramos por una senda en una zona más boscosa. Empezamos a sentir los colores del otoño con mayor intensidad.










 





 La lluvia como ya sabíamos no cesaba y decidimos por unanimidad de un 100% de regresar. Ropa mojada, calzado empapado, frío...





 El regreso estaba siendo muy divertido, broma aquí chiste haya. Mojados o no nos lo estábamos pasando genial.



El camino estaba cada vez más y más húmedo pero eso en realidad que importaba. Todo el mundo estaba disfrutando de los hermosos coloridos otoñales que aquel paraje nos brindaba.









Llegamos a los coches y ala al campamento base. Duchas cambio de ropa y a otra cosa mariposa.
Una vez cambiados nos dirigimos a Cantalojas, teníamos que comer la ruta nos había abierto el apetito.
Nuestro sumiller, nos deleito con su estilo.

!Todos a comer! ¡Un brindis por la ruta!




Siguiente parada, Atienza. Un precioso pueblo de nuestra querida Guadalajara.
Nuestro guía autóctono nos mostro cada rincón de aquel precioso lugar.



Comenzamos la visita. Atienza prometía ofrecernos grandes momentos. No nos defraudaría.






Una chulada de lugar, se mirara por donde se mirara.



















Subimos a lo más alto del lugar, el castillo o mejor dicho las ruinas de este. Las risas se multiplicaron y las fotos. El tema fotos es mejor verlo fue genial.

























Subimos hasta el torreón lo poco que quedaba de aquel castillo.





Una vez arriba las vistas eran tan maravillosas que todos disfrutamos y dejamos que la noche nos rodeara en aquella cima.
















 Descendimos del lugar las sombras, los focos nos dejaron maravillosas y divertidas fotos.










Una pequeña celebración en un local del lugar y luego todos al campamento base a cenar , reír, charlar.... Zzzz.



El domingo con un día soleado nos levantamos desayunamos y nos pusimos en marcha hacia una nueva visita guiada.



La sorpresa fue que nos llevaron ha ver una preciosa bodega del lugar.
http://www.fincarionegro.es/
La bodega elegida es una de las mas importantes de Guadalajara, se trata de Finca Rió Negro, fundada en los años 90 por la familia Fuentes que hizo realidad su ilusión de recuperar el cultivo de sus ancestros.
La bodega esta situada en las estribaciones de la Sierra de Ayllon con viñedos situados a mas de 1000 metros de altitud, las viñas están rodeadas de robles, encinas, pinos y monte bajo, que le dan ese toque tan especial a sus vinos. Nos la enseñó José Manuel Fuentes.




































































 




 La visita fue maravillosa y después a Cogolludo a comer. charlamos, reímos, disfrutamos....











 Ahora podíamos decir lo que siempre decimos cuando se acaba una ruta, pero como esta ha sido una de esas rutas especiales que a durado un fin de semana entero tenemos que decir.

¡¡¡SUPERRUTA CONSEGUIDA!!