COLLADO DE LA VENTANA

Aquella carretera que partía a los pies de Manzanares el real, nos llevo a nuestro lugar de origen de esta nueva ruta por la Pedriza. El Parking de Canto cochino estaba hasta los topes. Así y todo logramos hacernos un sitio en aquel lugar que recordaba a una plazoleta de Madrid de un día de semana.
 Teníamos dos bares para desayunar. El pequeño y abarrotado o el otro. Daba igual para tomar unas tostadas y un café. 
Iniciamos la marcha, sonrientes. Para mi aquello era mi habitad, piedras y más piedras guau. 

La Peña Sirio y La Tortuga. Mejor no decir nada que luego todo se sabe. Nos dirigimos a la parte baja del bar, por un sendero con una valla. Pero antes, la foto de inicio de ruta no se hizo esperar. Entre bromas y risas, la ruta no nos defraudaría.




En el puente sobre el río Manzanares, descubrimos que aquella ruta iba a ser muy de hacer fotos. Comenzaron a funcionar los primeros móviles y la nueva cámara de Javier.







El camino entre la arboleda se estaba haciendo cómodo y la gente disfrutaba. Sin casi darnos cuenta nos encontrábamos  cruzando el puente que nos llevaba a el Refugio de Giner. (Puente Arroyo de las Dehesillas)








Pasado el refugio, nos encontraremos con el impresionante canto El Tolmo, considerado el mayor canto rodado desprendido de la sierra. Claro el momento fotográfico divertido no se hizo esperar.








Paramos repusimos fuerzas y fuimos informados de que había una sorpresa. El entorno era espectacular. La pedriza era un espectáculo para nuestros ojos.
Nos tocaba ascender, pero...¿ Hasta donde?. inconscientes, seguimos al guía. Las vistas era espectaculares y el lugar magico.

Las cámaras de fotos y los móviles dejaron constancia del lugar.










Otra parada en el camino y a disfrutar del entorno. Los chicos disfrutaban del lugar y querían dejar constancia de ello.



Un precioso paisaje ante nuestros ojos.



Aquello como se dijo en un principio, no sería el punto de retorno de la ruta. Todos miramos a nuestro guía con cara de: Menos mal venir para este paseo. Ahora empezaba lo más chulo de la ruta.











¡Pero, Mariano, alma de cántaro a donde vas!!
Parada fotográfica y momento de comer. A disfrutar del lugar y el momento.





Iniciamos la marcha pensando que no tendríamos que ascender mucho más, pero en realidad no seria así.


Comenzaron tramos difíciles de gran esfuerzo físico.



Pero Carmen que haces... Parece que todos disfrutábamos de la ruta.



Las cuestecitas comenzaban a ser más duras y el esfuerzo físico mayor.
Paradas técnicas de reagrupación y para descansar.



Las vistas eran todo un placer para nuestros ojos.




En algunos tramos se apreció el compañerismo que hay en el grupo.

Parada para afrontar los últimos tramos



Las vistas, que decir. Las imágenes lo dicen todo.












Momento dudas, el camino no estaba claro y... Unos chavales nos indicaron que no siguiéramos el camino se estrechaba y no podríamos seguir. Bueno, bueno no nos conocen je,je.




Esta juventud, me decepciono. Nosotros pasamos. Hicimos un cadena entre tres y primero pasaron las mochilas y luego nosotros.
















La pedriza nos tenía hipnotizado y la ruta estaba siendo muy chula.





























Retornamos con la alegría de haberlo pasado una ruta más tan maravillosamente que todos queríamos repetir la experiencia .









Ahora ya podíamos decir eso que siempre hemos gritado en cada final de ruta:
¡¡¡ R U T A   S U P E R A D A !!!
¡ Otra más!