🤠🗻 Montón de trigo, una aventura otoñal 🍄🌲

Alfonso y su grupo quedaron en el pasquín del Puerto de Navacerrada. No tenía perdida ninguna. La semana anterior todos menos cuatro ya habían estado por allí.
   El grupo comenzó su ruta, desde el Restaurante Dos Castillas (donde te cobran cervezas de más por qué sí) y avanzaron por una carretera asfaltada y en pocos minutos llegaron a la residencia del ejército del aire.

Antes de iniciar la marcha por el Camino Schmidt, la ya mítica foto de grupo no podía faltar. De izquierda a derecha (David, MírIan, Sofía, Mariano, Javier, María, Teresa, Carmen, Mari, Carmen, Alfonso, Rosa, Pilar y Juanjo.)

El grupo al completo y residencia del ejército del aire a sus espaldas…

Iniciaron la marcha y en unos minutos ya se encontraban al abrigo de los inmensos pinos. El camino Schmidt no tenía pérdida, es un sendero bien señalizado con sus peculiares puntos amarillos pintados sobre los pinos.
La subida no era exageradamente dura, pero tenía su aquel. Los chic@s marcharon sin protestar...
  En cuanto el cansancio hacía mella en algún miembro. Paraban, retomaban fuerzas. Pero nunca se perdía la sonrisa.
Parada técnica para descansar y retomar fuerzas. Foto de grupo.
La llegada a Fuente de la Fuenfría , dio un poco de oxígeno al grupo. Retomar fuerzas, beber agua y foto para el blog.
Caminaron por el Camino de los Cospes hasta llegar al collado donde confluyen varios caminos, entre ellos el Camino de Santiago, carretera de la República y el camino que baja hacia el Valle de la Fuenfría. 


     Continuamos de frente y comenzamos la ascensión al Cerro Minguete.
     Aquel ascenso fue duro.Si había que parar para recuperar fuerzas, se paraba.


Palabras de ánimo se oían. Alguna q otra broma. Montón de Trigo estaba cada vez más cerca.
Para recuperar fuerzas e integrarse con la fauna del lugar. Algun@s eran más valientes y otros les daba un poco de cosa. Aquellos caballos parecían muy amigables.


 Una foto para el blog. Que simpáticos los caballitos.
Ahora les quedaba la parte más dura, el ascenso a Montón de Trigo. El camino no estaba muy bien definido. Aunque Alfonso, como siempre, les llevaría hasta el objetivo. El grupo se estiró. El cansancio era evidente. Pero el esfuerzo valió la pena.



Descansaron un buen rato mientras admiraban el paisaje y disfrutaban de aquel aire libre de impurezas. Ahora había que comenzar el descenso. Las chicas nuevamente, como casi siempre, tomaron el mando.





El descenso fue rápido y divertido. Un pajarito me a contado Que David tomo el mando de la ruta y acabaron todos en un campo de cacas de vacunos. Je ,je. Trae suerte pisar una. Eso dicen.

Llegaron a una pequeña explanada y montaron el campamento. A comer toda la tropa. Bocatas, frutos secos y no pudo faltar la mítica tortilla de patatas.
Como siempre, el grupo también se dedicó a sacar instantáneas del bello paisaje que les rodeaba.







El descenso continuo, pero cada vez faltaba menos y ya había ganas de disfrutar de llegar al destino. El Restaurante Dos Castillas. Donde nuevamente se podía decir eso de…

¡¡¡ RUTA SUPERADA !!!

Tanto el ascenso como el descenso lo hicieron muy rápido. Da que pensar. Algunos creemos que comieron de alguna seta y les dio energías para subir.
El descenso... Estuvieron dando de comer a los caballos y había uno por barba...
Subieron dopados y bajaron a caballo. ¡Así cualquiera!

Bromas aparte nuevamente, nuestros chic@s se lo pasaron maravillosamente bien. ¡¡Como para perderse la próxima!!

Fotos de: Alfonso.
Relatado por Miguel Ángel ( Mijael)