abantos: LA MALICIOSA

El día prometía ser maravilloso, pero.... La maliciosa ya se nos había resistido meses atrás... Pero hoy no, estábamos muy muy decididos. Que había nevado de noche en Navacerrada y que....

La avanzadilla llego, pronto a Navacerrada y como no un desayuno de algo calentito.

Arrancamos la ruta, dirección a la Bola del Mundo. ¿ Ande esta esoooo? La primera vez que subimos.

Antes de comenzar, como ya es tradición una foto del grupo.

Iniciamos nuestro ascenso a la Bola del Mundo. El camino ya era conocido por todos. Como siempre el grupo se estiró y estiró. El paisaje era precioso nieve y un cielo azul celeste. El paraíso. Solo el frió nos indicaba que aquello era real.

Preciosas imágenes

Todos querían salir en las fotos. La nieve y el día formaban un conjunto tan maravilloso. Ellas, ellos, en pareja en grupo.

Animo chicos, ya falta menos para llegar a nuestro primer objetivo.

No son banderolas. Son barras heladas, nieve y hielo. Impresiona.

Llegamos, a La Bola del Mundo. La nieve y el frió habían transformado el lugar que ya conocíamos. No había cadenas y la valla que la protegía se atravesaban con un saltito. Los móviles y la cámara de Alfonso no paro de fotografiar el lugar y su entorno.

Una imagen que muestra lo precioso que estaba el lugar..

No estuvimos mucho tiempo, por el lugar porque el frió comenzaba ha hacernos y tiritar. Todos en marcha la Maliciosa nos esperaba.

Cada uno a su ritmo, fue avanzando hacia la cima que varias veces se nos había resistido. Llegamos hasta el Collado del Piornal. El grupo estaba muy estirado, pero todos estábamos contentos. La Maliciosa estaba cada vez más cerca.

El ascenso era duro. Había que tener cuidado con el hielo. Subimos un poco y los chic@s se sacaron fotos y mas fotos.

La maliciosa esta vez no se nos resistió. Lentamente fuimos llegando. Una vez en ella disfrutamos del paisaje.

La foto con la bandera no podía faltar.

¡¡¡ Cumbre !!! ¡¡¡ La Maliciosa es nuestraaaa!!!

Las vistas eran impresionantes, desde aquel lugar. Nadie quería irse, pero a regañadientes nos tuvimos que ir. Pero teníamos que dejar constancia de aquella maravilla.

La vuelva fue lenta, dura pero divertida. Resvalones en la primera zona y luego un duro ascenso por la nieve. El grupo se estiró y cada uno marco su ritmo. En la Bola del Mundo nos encontraríamos todos.